viernes, 14 de agosto de 2009



Zeitlose Texte I


Escondido arriba de un árbol
está mi amado;
corre para no verme llorar

Bajo una alfrombrade hojas secas
Juega;
Se empeña en mi debilidad.

Qué acaso no escuchaste mis palabras
que desde el viento te las decía?
Te llevaste el resto de mi esperanza
Nuestros recuerdos me advertían.

Sólo soñaba con un resplandor
Mientras me abrazaba la soledad
Tengo un corazon de algodón
No soy un alma de piedra, aprendí a amar.

Miles de cartas a un extraño
caen en mis manos hecha pedazos,
un cuento de hadas maldito
fue la historia de nuestro pasado.

Realmente nunca leíste mis versos
que volaban sobre el cielo?
De qué me sirve esta inspiración
si esta aún cae en tu voz?